Elimina creencias limitantes, ansiedad y miedos con Neurodanza . Descubre lo que el movimiento corporal integrado y el Coaching pueden hacer para conseguir tu objetivo (mira Sesiones de Coaching Personal y Corporal)
Las creencias son aquellas cosas que creemos sobre nosotros, sobre los demás y sobre la vida. Las creencias limitantes colocan restricciones en nuestro potencial y, por extensión, en los resultados que obtengamos. Las creencias que más nos bloquean suelen estar apoyadas en miedos infundados e irracionales como:
- el miedo al fracaso.
- el miedo a ser rechazado.
- el miedo a no poder cumplir las expectativas.
- el miedo a perder lo ya logrado.
Las creencias se traducen en pensamientos recurrentes que suelen estar potenciados con emociones que nos desajustan.
Todas las personas extraemos conclusiones de las cosas que nos suceden en la vida y absorbemos emocionalmente esos desenlaces, empapando de esa sensación a toda situación que se parece a la pasada. Nuestra mente genera una historia alrededor de los acontecimientos, amplificando lo negativo y distorsionando la trama hacia su lado más dramático. Esto cala muy hondo y pronto se convierte en el programa mental que dirige y guía nuestras acciones y condiciona los resultados que obtenemos.
Una creencia es un mapa mental que actúa como base para el proceso de toma de decisiones. Con ellas decretamos nuestro futuro y hacemos realidad muchas profecías. Cuanto más pequeño sea nuestro mapa del mundo, menor será el territorio en el que nos podremos desenvolver.
En contraposición, un mapa amplio nos permite una mayor adaptación al medio, disponer de una alta capacidad de flexibilidad y de un entendimiento más elevado del mundo interior y exterior. Un mapa de creencias expansivas, de avance, de confianza y de ilusión amplía nuestras miras y nos ayuda en estos tiempos de incertidumbre en los que se hará realidad aquello en lo que más nos enfocamos.
Es fundamental que una persona detecte las creencias limitantes que están detrás de sus decisiones para comprender qué debe cambiar o potenciar. Identificar las creencias requiere de un proceso reflexivo y de atención a nuestros pensamientos, modo de hablar, de actuar, de movernos, a nuestras elecciones y a la forma en la que nos enfrentamos al mundo.
Las siguientes reflexiones pueden ayudarte a localizar tus creencias limitantes:
- ¿Cuáles han sido las personas que más han influido en tu vida?
- ¿Qué aprendiste de ellas que te ha creado conflictos, tensiones y dificultades en tu vida?
- ¿Cuáles eran sus creencias y cómo influyeron en sus vidas?
- ¿Cuáles han sido las experiencias menos agradables y más repetidas de tu vida?
¿Qué hace que una vida sea plena? ¿Cuáles son los caminos para alcanzar esa plenitud de vida? Sin duda, estas preguntas resumen buena parte de las inquietudes de todos nosotros. Sin embargo hemos de saber que para lograr una vida plena es necesario eliminar las creencias limitantes que condicionan la realidad que vivimos.
Un efecto de las creencias limitantes es sentir que la vida que vivimos está en muchas ocasiones vacía de contenido y llena de carencias. Carencias que nos provocan tensiones, que generan ansiedad y es cuando nos damos cuenta de que algo hemos de hacer.
Sin embargo, no sirve cualquier acción y menos aquellas que nos hacen huir hacia delante: acciones sin sentido, forzadas, precipitadas y a destiempo que generan todavía más tensión; o aquellas otras acciones que nos impulsan a sedar el malestar o a controlarlo ya que, lejos de producir el esperado resultado positivo, enredan aún más el vacío y alargan la agonía. Y son esas acciones las que surgen para ocultar las creencias limitantes.
¿Cómo puedes eliminar las creencias limitantes?
Como ya hemos establecido, las creencias son pensamientos que se traducen en emociones, palabras, acciones y en la forma de movernos. Estas creencias nos pueden apresar o nos pueden expandir. Para que nuestras creencias nos abran la puerta de la plenitud, debemos adoptar una manera de pensar que nos ayude a evitar:
- Pensamientos de ansiedad y de extrema tensión.
- Un diálogo interno negativo del tipo «seguro que vuelve a salirme mal», «tengo que lograrlo o decepcionaré a todo el mundo», «con este tipo de situaciones no tengo nada que hacer, siempre fracaso», «todo me sale mal» «la suerte nunca está de mi parte». Esto es especialmente importante porque podemos caer en el fenómeno de las profecías auto cumplidas, es decir, el pensamiento se hace realidad.
- Evitar la presión impuesta, especialmente la autoimpuesta, ya que esto transforma cualquier tarea en un ejercicio agónico y frustrante que puede hacer generar sentimiento de impotencia y que merma la autoestima.
Para comenzar a trabajar en estos puntos te proponemos las siguientes recomendaciones:
- Acepta que en la vida hay factores que no podemos controlar y que lo importante es concentrarse en aquellos puntos en los que sí podemos influir como nuestra voluntad, nuestra actitud, nuestra regulación emocional, nuestras creencias o nuestro diálogo interno.
- Vive cada momento con atención plena y sé consciente de las sensaciones de tu cuerpo, de tu respiración y de tus movimientos. De lo contrario, te acostumbrarás a vivir en un estado mecánico de desapego hacia ti, dejarás que las creencias limitantes te atrapen sin darte cuenta y te manejarán como a una marioneta, perdiendo tu individualidad.
- Establece objetivos realistas y disfruta del camino que se abre ante ti.
- Evita sentimientos de obsesión y frustración cuando no logres en un primer momento lo que te has propuesto. Esto se alcanza siendo consciente de lo que se ha conseguido y enfocándonos en lo bueno que ya tenemos.
- Aprende a moverte con sentido existencial y no de modo mecánico o estereotipado.
¿Sabías que el movimiento con pleno sentido existencial, asociado a músicas precisas con una semántica musical concreta, provoca emociones positivas que hace que desaparezcan las creencias limitantes?
Debemos darnos cuenta de cuáles son nuestras creencias para saber el porqué de nuestras acciones. No hacerlo provoca que sigamos viviendo de un modo tóxico y nada creativo. Nos pone en situación de víctimas de la vida y no de creadores. Podemos acceder a ellas al hacerlas conscientes por el modo en cómo nos movemos, nos relacionamos y por lo que nos molesta o envidiamos de los demás.
Cualquiera que haya intentado cambiar sabe lo complicado que es. Sin embargo, esta dificultad no debe convertirse en una excusa para no cambiar. Nuestros hábitos suelen ser las anclas que nos mantienen amarrados a puerto. A veces estos hábitos están tan arraigados en nosotros que se convierten en adicciones, por eso tenemos la sensación de que no los podemos controlar y acaban controlándonos ellos a nosotros, convirtiéndose en una auto-adicción.
La forma de evitar que las creencias se conviertan en hábitos adictivos es ser consciente en cada momento de ellas, observarlas, comprender qué coste pagamos por seguir sus directrices y reflexionar cómo afecta a los resultados de nuestra vida, de modo que sea la motivación por vivir una vida más plena la que nos empuje a dejar esos hábitos.
Cuanto más repitas las emociones asociadas a las ideas y creencias limitantes, con mayor intensidad las grabarás en tu mente subconsciente convirtiéndose más tarde en programas, o hábitos dificultosos de romper que están controlando las decisiones que tomas, los logros que alcanzas, y hasta tu estilo de vida.
Cada persona tiene libre albedrío y elige cómo actuar o pensar. Si quieres cambiar malos hábitos y mejorar tus resultados, tienes que cambiar tu manera de pensar y para cambiar tu manera de pensar debes cambiar tu mente inconsciente, haciendo conscientes tus creencias limitantes y transformándolas.
En muchas ocasiones lo que creemos no nos deja ver lo que pasa de verdad. Las creencias pueden ser parásitos que se alimentan de la verdad y siembran un estado de suposición y especulación. En este caso, las gafas de la irrealidad distorsionan la percepción de lo que nos rodea.
Si tapamos la evidencia, si manejamos sólo la información que nos interesa o que se corresponde con nuestras creencias, estaremos perdiendo el contacto con la realidad. Al más mínimo contratiempo no haremos nada y nos quedaremos esperando que sea el tiempo quien solucione un problema, cuya cura está en nuestra mano.
Cómo puedes lograr una vida plena?
Existen tres canales de acceso a la plenitud que se trabajan interiormente.
La primera vía de acceso a la plenitud es a través de las emociones positivas. Esta ruta se activa incrementando la cantidad de emociones positivas la mayor parte del tiempo. Esto se logra ubicándonos en el momento presente, habitando los instantes, y mediante el cultivo del perdón, la compasión, la gratitud, la esperanza y el optimismo.
En segundo lugar, ubicamos la ruta que tiene que ver con el compromiso y con la capacidad para experimentar el estado de flujo. Este estado se logra cuando nos sentimos apasionados y absorbidos por algo, cuando no oponemos resistencia y desaparece la sensación de paso del tiempo.
Esta ruta combina la dimensión interna del ser humano con la externa, ya que cuando una persona es consciente de las fortalezas personales que está aplicando a una tarea concreta se alcanza ese particular estado de compromiso y ese darse cuenta de que uno es capaz de todo lo que se proponga. Por tanto, se debe aumentar el nivel de conciencia en cada una de las actividades que se realizan y darse cuenta de qué fortaleza, habilidad, capacidad, destreza o competencia se está ejerciendo en ese momento.
La tercera vía de acceso tiene que ver con vivir una existencia con sentido. Esta ruta tiene que ver con la aplicación de las fortalezas y la grandeza personal en algo más grande que uno mismo.
Estas tres vías de acceso pueden quedar bloqueadas por la acción de las creencias. Las creencias limitantes no nos permiten experimentar vivencias óptimas y disminuyen nuestra sensación de bienestar.
Para estar bien, el ser humano debe centrarse en promover y potenciar lo mejor de él mismo partiendo de su realidad individual. El trabajo con las creencias limitantes nos permite comprender qué nos estamos perdiendo de nosotros mismos y, por consiguiente, de la vida. La mayor barrera para la plenitud está en los límites de nuestra propia mente.
Los 13 Hábitos mentales saludables para vivir una vida plena
Las personas no nacemos con nuestros buenos o malos hábitos de serie, sino que éstos se crean y se instauran a través de un proceso de aprendizaje y sistematización, en el que las creencias tienen un papel esencial.
Estos son los 13 hábitos mentales más saludables:
- Creer en uno mismo. Recuerda la frase de Henry Ford: tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto.
- Aceptarnos tal como somos y liberarnos de la obsesión de la aprobación incondicional por parte de los demás.
- Intentar sentirnos bien cada día. No hemos venido a pasarlo mal ni a sufrir. Para ello, disfruta de lo que eres, de lo que haces y de lo que tienes.
- Potenciar el sentido del humor. El humor es la mejor herramienta para relativizar, liberar tensiones y ver las cosas desde una perspectiva nueva y fresca.
- Aprender de nuestros errores e incorporar las enseñanzas a nuestra vida como maestros de nuestra existencia, dándonos permiso para equivocarnos.
- No machacarnos en los momentos duros y difíciles.
- Celebrar lo que conseguimos, siendo conscientes de las habilidades y capacidades de que disponemos.
- Confiar en la vida.
- Cultivar la paciencia.
- Trabajar la tolerancia a la frustración.
- Dejar de recriminarnos y autoexigirnos.
- Comprometernos a aprender y a superarnos para alcanzar las metas.
- Aprender a movernos y a relacionarnos con sentido existencial.
Somos lo que somos en movimiento, lo que nuestro inconsciente nos dice que podemos ser. Incorporar movimientos llenos de significado existencial a nuestra vida y hábitos mentales saludables y positivos mejorará el equilibrio entre nuestro cuerpo y mente, la calidad de nuestra vida, la forma en la que nos relacionamos con nosotros y con el mundo, nuestra autoestima y elevará el nivel de éxito en las metas que nos propongamos.
El camino para liberarte de las creencias que te encadenan y acceder a la plenitud se abre ante ti. Tan sólo has de asegurarte de hacer las interpretaciones constructivas de lo que te acontece y derribar las creencias que no te dejan caminar.
Neurodanza puede ayudarte a eliminar las creencias limitantes y a llevar una vida plena
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